Tradición argentina número uno, el asado se disfruta en cualquier lugar, pero si es en las sierras cordobesas - en pleno verano y con amigos -, mucho mejor. En esta breve reseña, te dejo algunos tips para disfrutar del folclore de la parrilla argentina, y asar unos buenos cortes de carne y vegetales.
Por Fernando de Dios*
La fórmula para lograr el mejor asadazo es simple: carne de calidad, fuego parejo y paciencia. Si buscamos el éxito garantizado, es oportuno contar con buena compañía y comprender una máxima que te va a mejorar la vida: no darle bola a los expertos que pululan alrededor de la parrilla al son de “¿No te conviene bajar un poquito el fuego?”, “¿Por qué no lo hacés vuelta y vuelta?”, o del famoso “¿Te pincho los chorizos?”. Para hacer un asado, dos manos son suficientes.
La elección de los cortes de carne va a depender del gusto del parrillero y de los comensales. Si la parrillada tiene que salir rapidito, lo mejor son bifes - tipo carrito de la Costanera de la Ciudad de Buenos Aires -, el asado banderita o el matambrito. En cambio, si podemos hacerlo tranca, lo que no falla es el vacío, el pollo entero o la bondiola de cerdo.
Para calcular la cantidad de carne, los manuales recomiendan medio kilo por cabeza, pero la verdad es que un poquito más no le hace mal a nadie.
Siempre se puede sumar alguna opción vegeta, ¿por qué no?. En ese caso, los vegetales se cortan en láminas de un dedo de ancho o se hacen al rescoldo.
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Como los pingos se ven en la cancha, hoy llevo la teoría a la práctica y hago un asado con aguja parrillera - la vedette de Córdoba - y vacío, acompañado por zapallo cabutia, papas y berenjenas.
Para encender el fuego, de arranque uso ramas secas y después le doy mecha con leña de las sierras cordobesas. Si no hay madera, el carbón nunca te deja a gamba. La clave para no arrebatar el fuego es prenderlo con calma y mantenerlo parejo durante unos 45 minutos, hasta que la brasa esté blanca.
En ese preciso momento - no antes -, salo y desgraso la aguja y el vacío. Los pongo sobre la parrilla y los voy midiendo yo a ellos, sin dejar que me intimiden. La aguja, al ser un corte más angosto, va “vuelta y vuelta” y se hace en 30 o 40 minutos. Es ideal para ir picando, mientras se hace el vacío, que va a llevar 45 minutos por lado.
“¿Dorados o jugosos?, es la pregunta que hago mientras @elgenioyfigura filma, saca fotos y me hace sentir en un documental de National Geographic.
Otra clave, en medio la ola de calor que derrite a Argentina, es mantenerse hidratado. En este punto, la fórmula - mientras espero al pie de las brasas -, también es simple: 30% de fernet Branca, 70% de Coca Cola y tres hielos.
El asado está listo, pego el grito y todos van a la mesa. Lo que sigue, nobleza obliga, es el aplauso y ovación para el héroe de los fuegos.
*Fernando de Dios (@fdedios10) es hincha de Newell´s, periodista y maestro asador.
Otro genio y figura en la familia. Capo total.